Que yo hoy haya ido a la facultad demuestra que tengo más fuerza de voluntad que el vikingo de cuestión de peso.
6.00 am me levanto. Caen soretes de punta. Adentro mio se desata una batalla campal. "Ni en pedo voy". "Si, tengo que ir". "Pero llueve". "Tengo paraguas". "Más que paraguas es una sombrilla". "Capaz que para cuando salgo para". "Bueno, ya fue, me levanto".
Salgo, llego a la estación Carabobo. Cerrada. Me encuentro con un cartelito en la puerta: Servicio único Puan-Plaza de mayo. "Que carajo significa eso?" pregunto al aire. "Que estos hijos de puta hacen dos estaciones nada más, Puan y Plaza de Mayo", me responde un hombre que justo llegaba. Dudé en volver y dormir. "Uy la puta, no tengo más faltas en introducción". No me queda otra, me tomo el 5.
Me bajo, me cruzó a mi compañero. "De donde venís" le pregunto. "Del subte". "Andaba?". "Sí, perfectamente". "LACONCHADEMIMADRE".
Y todo esto para qué? Para ir a clase, y que el gemelo mogólico de Silvio Soldán me venga a aclarar que en la época de la revolución francesa no había computadoras.
Yo pensé que iba a ser un buen día. Claro, no.
6.00 am me levanto. Caen soretes de punta. Adentro mio se desata una batalla campal. "Ni en pedo voy". "Si, tengo que ir". "Pero llueve". "Tengo paraguas". "Más que paraguas es una sombrilla". "Capaz que para cuando salgo para". "Bueno, ya fue, me levanto".
Salgo, llego a la estación Carabobo. Cerrada. Me encuentro con un cartelito en la puerta: Servicio único Puan-Plaza de mayo. "Que carajo significa eso?" pregunto al aire. "Que estos hijos de puta hacen dos estaciones nada más, Puan y Plaza de Mayo", me responde un hombre que justo llegaba. Dudé en volver y dormir. "Uy la puta, no tengo más faltas en introducción". No me queda otra, me tomo el 5.
Me bajo, me cruzó a mi compañero. "De donde venís" le pregunto. "Del subte". "Andaba?". "Sí, perfectamente". "LACONCHADEMIMADRE".
Y todo esto para qué? Para ir a clase, y que el gemelo mogólico de Silvio Soldán me venga a aclarar que en la época de la revolución francesa no había computadoras.
Yo pensé que iba a ser un buen día. Claro, no.
4 comentarios:
Jajaj "el gemelo mogólico de Silvio Soldán". No quisiera conocerlo.
PD: En serio en la época de la revolución francesa no había computadoras?? :O
por eso yo no fui :)
Bar: Si, yo me sorprendi tanto como vos. Como hacía para pedir helado si no podían googlear el número de la heladeria?
JE: Tendría que haber hecho lo mismo que vos.
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saludos
Paulo Jose
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