Felicia me muero

AY fin de año, fin de año. Se supone que para el comienzo de cada año uno hace un balance del anterior, no? Yo no se si mi balance es bueno, o es malo.
El 2008 estuvo lleno de mucha mierda, problemas de salud, malas pasadas y momentos que mejor dejar atrás. Pase por muchas cosas que en retrospectiva me hacen pensar “que pelotuda que fui”, cosas que ahora me doy cuenta, no valían la pena. Hubo gente que me hizo mal, que se cago en mi.
Pero a la vez, esta todo lo bueno; esta Bariloche y esos diez días llenos de recuerdos hermosos; están todas esas personas que conocí que me hicieron feliz, y que me hicieron dar cuenta que vale la pena estar vivo; están todos esos pequeños momentos que me sacaron una sonrisa hasta en el peor de mis malos humores.
Y sabiendo que esta todo eso, me di cuenta que no importa si el balance es bueno o malo, no importa si estoy bien o mal ahora. Lo único que importa, es que solo uno de esos buenos momentos justifica todo lo malo que me toco vivir. Valio la pena la apendicitis si me puedo estar riendo horas de mi ataque de histeria cuando salí del quirófano, valió la pena cada lagrima mía si eso llevo a una buena charla con alguna amiga, valió la pena levantarme a las 5 de la mañana de un lunes si eso justificó la mejor despedida del colegio, Valió la pena este año entero si eso significó ver a mis compañeros todos los días en el colegio.

Si tuviera que elegir un momento, EL momento del año seria la noche del 01 de septiembre, cuando bailaba en pedo con mis amigos, con la gente que quiero, saltando hasta las 6 de la mañana, sin preocupaciones ni problemas, con 7 días más para disfrutar del que fue el mejor viaje de mi vida.


Y si, el 2008 valío la pena.