Lo vi de casualidad una tarde en el shopping mientras paseaba con mis amigas. Parecía lindo, pero había algo que no me convencía. Las chicas me dijeron que me fijara, que parecía bueno. Pero no quise siquiera intentarlo. Me fui, y creí que me había olvidado.
Pero ahora, parece que el mundo se encarga de recordarme todo el tiempo lo que me perdí. En la calle, todas las mujeres van con uno igual a él. Gordas, flacas, jovenes, viejas, pareciera que no importa nada. Sin mentir, 10 mujeres por día salen con uno y pasan por al lado mío.
Es como si él se estuviera vengando de mí. Como si quisiera demostrarme que me perdí una compañía, una contención, un abrigo, un abrazo.
Quiza cuando llegue el verano se frene esta locura, y deje de verlo. Espero que sí, porque ahora no puedo hacer otra cosa que pensar en él: un saquito de Normandie con capucha que se abrocha con un solo botón en el cuello.
No pude encontrar una foto, pero búsquenlo, hay miles en la calle.
Claramendi
Hace 4 días
3 comentarios:
Sucede frecuente, a mi me pasó con una remera blanca hermosa. Igual, logré superarlo. Beso :)
Siii, ya sé de cual hablás, está por TODOS lados!. De mis amigas, el 80% lo debe tener, sin exagerar. A mí particularmente no me gusta, peeero... me ha pasado con varias cosas lo que planteás. Las últimas fueron las botas marrones tipo de montar que tiene todo el país más o menos. No las quise comprar en su momento, cuando empezaba el frío, porque no me convencían. Pero a medida que veía a más y más gente con ellas, me fueron gustando más y más. Igual ni me las compré, después de todo ya falta poco para el calor.
jajajajajaja
no los tenía pero esta mañana dobló en la esquina una mina con un saquito así, ASÍ! es tal cual... me acordé de vos, nena, a las 7 de la mañana.
Creo que estoy empeorando! :P
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