sábado, 31 de enero de 2009

Yo te avisé, y vos no me escuchaste...

...O mi encuentro con G en las vacaciones.


Necesité viajar 400 km para encontrarte caminando por la calle. Me viste y saliste corriendo, tal como yo hice en el pasado. Crei que iba a ser eso nomas, un encuentro inesperado que te metiera en mi cabeza por los siguientes 15 días. Pero no. Esa noche me mandaste un mensaje de texto, me preguntaste que iba a hacer. Quedamos en vernos la noche siguiente en un boliche. El destino no quiso que eso pasara, y en cambio me pasé esa noche llorando pensando lo estúpida que fui por volver a ilusionarme.
Al otro día, otro mensaje tuyo. Me invitabas a tu casa. Te dije que no, que era muy lejos, que vinieras vos a la mía. Para mi sorpresa aceptaste. A la media hora te tenía en la puerta, invitandome a cenar. Paseamos un rato y nuevamente tal como yo había previsto cai en tus brazos. Me enredé en tu juego y me encontré besandote en el medio de una calle bajo la luz de la luna. Siempre terminamos igual me dijiste. Siempre el mismo caradura. Pero no me importó nada, te seguí besando hasta que me tuve que ir.
Después, vos te enfermaste, yo me fuí. Es el día de hoy que todavía no te vi, pero sigo despertando pensando en vos, en tus besos, en el abrazo que me diste antes de que me suba al taxi.
Y segui mi rumbo, segui mis vacaciones. Hablamos por sms un par de veces, me dormi llorando por vos algunas otras. Todavia te extraño.

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