Y si, la historia de mi vida se repite una vez. Me engancho, me ilusiono, me hago la cabeza, y termino mal.
Juan no quiere nada conmigo; cree que soy una persona excelente y le encanta charlar conmigo, y no quiere que eso se pierda, pero en este momento no puede estar conmigo, porque no quiere lastimarme.
Una vez más, caí en mi propia trampa, una vez más soy yo esa pebeta enamoradiza que termina llorando por los rincones.
Y se, que aunque vuelva a decir "nunca más", me va a volver a pasar, una y mil veces, como paso con G, como paso ahora con Juan.
Para ponerlo en perspectiva
Hace 1 día
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