viernes, 1 de agosto de 2008

La venganza nunca es buena, mata el alma y la envenena.

Hoy a la madrugada, mientras terminaba de escribir el último post, Flor me llamó para decirme que había fotos que probaban que yo había estado con Facu, y que L lo sabía.
Según T, una amiga de L, a L le contaron de estas fotos y elucubró un plan macabro para vengarse de Facu y de mi. Y ahí fue cuando se le ocurrió estar con G para matar dos pájaros de un tiro.
Imaginen el ataque en el que estaba yo. G quedó totalmente en evidencia, y se demostró que todo lo que me dijo el miércoles a la noche era mentira. Facu que me llamaba cada 5 minutos para preguntar que había pasado y rogarme que niegue todo. Flor que me decía que si L llegaba a ver esas fotos era capaz de mostrárselas a todo el mundo para hacernos quedar mal.
A mi la verdad me importa tres belines si L se entera, y si quiere que empapele todo caballito con esas fotos. La única razón por la que no digo nada es porque Facu me lo pide.
Lo único que realmente me molesta es que me tuve que dar cuenta de esa manera la clase de persona que es G, y que todavía no puedo concebir la idea de olvidarme de él, de seguir adelante.
Simplemente no puedo.

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