viernes, 14 de mayo de 2010

Depende el cristal con que se lo mire

Ayer, decidí volver a casa en subte para ver si era más rápido que el 132 o si lo menos viaja un poquito menos apretujada.
Salí de la oficina y me camine las diez cuadras que me separan de la estación para poder probar mi teoria.
Me equivoque enormemente señores.
Tarde 20 minutos en llegar a la estación, 10 tuvieron que pasar hasta que llegara el tren al andén, y otros 25 para que pusiera la llave en la puerta del edificio.
Y no solo tarde más tiempo que en bondi, sino que además viaje mucho peor. Si en el colectivo hay mucha gente, en el subte A esta toda la población de la capital y el conurbano bonaerense.
Peeeeero, no puedo negar que me divertí muchísimo y me llevé un halago fuera de lo común.
Cuando subimos al vagón, todos mis compañeros de viaje y yo quedamos tan apretados que nos ibamos moviendo a la par del tren como en un bloque gigante. No se si me explico bien, es cunado hay tanta gente que no es necesario agarrarse de ningun lado, porque es imposible caerse.
Bueno, así. Y no se porqué, pero me resultó tan graciosa la situación que me tenté muchísimo y no podía parar de reirme.
Estuve por lo menos tres paradas riéndome sola, cuando un hombre de unos 60 años que se ve que se dio cuenta de lo que me reia, aprovechó que quedó cerca mio despusi todos pudieramos reirnos como vos de esta manera que tenemos de viajar todos los días, seguro no nos estresariamos tanto"
Y bueno che, hay que ponerle onda a la cosa, porque si no me lo tomo con calma ya me hubiera tirado abajo de un colectivo hace bastante tiempo,