- La mayoría del tiempo estoy sola. En la oficina somos mis dos jefas y yo nada más, y ellas por lo general no están nunca. Eso me da tiempo para estudiar un montón, andar descalza, y ser cada día mejor en el buscaminas.
- La zona por donde queda mi oficina es como un ecosistema a parte, el 95% de la gente que camina por ahí son abogados, y 3 del 5% restante son camareros que van a las oficinas. Es divertidísimo ver como todas las conversaciones son sobre juicios, juzgados y demandas.
- Más allá de que somos 3 personas trabajando en el estudio, hay montones de abogados y clientes que llaman o vienen todo el tiempo, y son todos amorosisimos. No hace un mes que trabajo ahí y ya tengo varios contactos y ofertas laborales.
- Me hice amiga de casi todos los chicos de mesa de entrada de los juzgados. La verdad que yo soy medio tonta, porque todavía no se muchas cosas, pero la mayoría de los chicos de mesa de entrada son divinos y me tienen mucha paciencia, lo que me facilita mucho el trabajo.
- La chica cuyo puesto ocupo actualmente se cree mi jefa. Ella estuvo 5 años trabajando ahí y viene una vez por semana a visitar. Como hay un montón de cosas que yo todavía no se, se pasa dándome órdenes y desacomodándome las cosas.
- Vuelvo a casa en el 132 a las 6 de la tarde. El transporte público saca lo peor de mi, y sobre todo en la hora pico. Creo que si me sigo puteando con la gente arriba del bondi me voy a tener que empezar a tomar el 5.
- Estoy comiendo sanísimo. Al lado de la oficina hay un bar que vende tartitas, ensaladas y un montón de cosas re sanas y ricas. Ya tengo bajados dos kilos, pero mi bolsillo también esta disminuyendo consideradamente.
Mirá Cecilia
Hace 1 semana