lunes, 14 de junio de 2010

This is the end

En este último tiempo mi vida fue un kilombo. Empecé a trabajar, me fui de mi casa y me mude con mi viejo.
Llamenlo crecer, madurar, cambiar de etapa. Lo que se es que en un mes rearme mi vida y mi forma de pensar. Y aparentemente, muchas de las personas que me rodean estan pidiendo que les mande un manual de instrucciones porque estan medio descolocados.
Paralelamente, se puede decir que me dejé estar con el blog, y no es algo de lo que este particularmente orgullosa. Pensaba volver a empezar, ponerme las pilas, volver al ruedo. Pero me di cuenta que lo vengo intentando hace bastante, y no se porque, pero no me sale.
Siento que este blog cumplió su ciclo, y no quiero abusar.
Así que empiezo de nuevo, de cero, para contarles quien es esta nueva Araceli en la que me convertí. Ahora me pueden encontrar en http://eduquemosapapa.blogspot.com

Y prometo que en estos días vuelvo a ustedes, a leerlos, que tan bien me hace.

viernes, 14 de mayo de 2010

Depende el cristal con que se lo mire

Ayer, decidí volver a casa en subte para ver si era más rápido que el 132 o si lo menos viaja un poquito menos apretujada.
Salí de la oficina y me camine las diez cuadras que me separan de la estación para poder probar mi teoria.
Me equivoque enormemente señores.
Tarde 20 minutos en llegar a la estación, 10 tuvieron que pasar hasta que llegara el tren al andén, y otros 25 para que pusiera la llave en la puerta del edificio.
Y no solo tarde más tiempo que en bondi, sino que además viaje mucho peor. Si en el colectivo hay mucha gente, en el subte A esta toda la población de la capital y el conurbano bonaerense.
Peeeeero, no puedo negar que me divertí muchísimo y me llevé un halago fuera de lo común.
Cuando subimos al vagón, todos mis compañeros de viaje y yo quedamos tan apretados que nos ibamos moviendo a la par del tren como en un bloque gigante. No se si me explico bien, es cunado hay tanta gente que no es necesario agarrarse de ningun lado, porque es imposible caerse.
Bueno, así. Y no se porqué, pero me resultó tan graciosa la situación que me tenté muchísimo y no podía parar de reirme.
Estuve por lo menos tres paradas riéndome sola, cuando un hombre de unos 60 años que se ve que se dio cuenta de lo que me reia, aprovechó que quedó cerca mio despusi todos pudieramos reirnos como vos de esta manera que tenemos de viajar todos los días, seguro no nos estresariamos tanto"
Y bueno che, hay que ponerle onda a la cosa, porque si no me lo tomo con calma ya me hubiera tirado abajo de un colectivo hace bastante tiempo,

sábado, 8 de mayo de 2010

Me alegró el día

Me despierto a las 10 de la mañana con solo 4 horas de sueño debido a que no puedo respirar. Tengo una gripe marca cañon que pide a gritos que me quede una noche a dormir en casa.
Me levanto me sueno la nariz, me calzo un jogging gris, saco azul, bufanda roja, zapatillas color beige. Me hago un rodete, me pongo los lentes y empredo camino a la farmacia.
Le pido por favor al farmaceutico que me de alguna droga o me mate, lo que le parezca más eficiente para acabar con mi sufrimiento. Cerramos en un medicamento bastante fuerte y me dirijo a la caja a pagar. El cajero me cobra y me dice "Si hubiera sabido ayer te invitaba al cine asi no chupabas frio".
Medio pancho la frase, pero me sacó una sonrisa. Yo no puedo creer que con esa pinta, la cara de recien levantada y la nariz toda roja alguien puede pensar en decirme algo lindo.

Y si, el chico de la caja me alegró el día.

miércoles, 5 de mayo de 2010

Rebautizada

Paulina
Karina
Marina
Delfina
Sabrina
Melina
Romina
Silvina
Carolina
Laura*

Para mi jefa todos estos nombres son lo mismo. Depende el día, el clima o su humor ella elije cualquiera de ellos para llamarme. Claro, uno de ellos sí es mi verdadero nombre, pero los demás surgen aleatoriamente de su inconsciente. Y yo, ya respondo a cualquiera, y creo que debido a eso ella ni se da cuenta de que se equivoca.


*Laura es el nombre de la chica que trabajaba antes que yo. Sino no se explica semejante descuelgue.

sábado, 24 de abril de 2010

Una de cal y otra de arena

7 cosas que hacen que mi trabajo me guste mucho, y algunas veces no tanto:

  • La mayoría del tiempo estoy sola. En la oficina somos mis dos jefas y yo nada más, y ellas por lo general no están nunca. Eso me da tiempo para estudiar un montón, andar descalza, y ser cada día mejor en el buscaminas.
  • La zona por donde queda mi oficina es como un ecosistema a parte, el 95% de la gente que camina por ahí son abogados, y 3 del 5% restante son camareros que van a las oficinas. Es divertidísimo ver como todas las conversaciones son sobre juicios, juzgados y demandas.
  • Más allá de que somos 3 personas trabajando en el estudio, hay montones de abogados y clientes que llaman o vienen todo el tiempo, y son todos amorosisimos. No hace un mes que trabajo ahí y ya tengo varios contactos y ofertas laborales.
  • Me hice amiga de casi todos los chicos de mesa de entrada de los juzgados. La verdad que yo soy medio tonta, porque todavía no se muchas cosas, pero la mayoría de los chicos de mesa de entrada son divinos y me tienen mucha paciencia, lo que me facilita mucho el trabajo.
  • La chica cuyo puesto ocupo actualmente se cree mi jefa. Ella estuvo 5 años trabajando ahí y viene una vez por semana a visitar. Como hay un montón de cosas que yo todavía no se, se pasa dándome órdenes y desacomodándome las cosas.
  • Vuelvo a casa en el 132 a las 6 de la tarde. El transporte público saca lo peor de mi, y sobre todo en la hora pico. Creo que si me sigo puteando con la gente arriba del bondi me voy a tener que empezar a tomar el 5.
  • Estoy comiendo sanísimo. Al lado de la oficina hay un bar que vende tartitas, ensaladas y un montón de cosas re sanas y ricas. Ya tengo bajados dos kilos, pero mi bolsillo también esta disminuyendo consideradamente.

lunes, 19 de abril de 2010

Bien recompensada

El sábado este que pasó no, el anterior me fui a comprar una campera. Entré al local, me probé, elegí, y compré. $589 pesos era lo que salía la campera. Pagué con débito.
Llegué a mi casa, y cuando voy a mirar el ticket me di cuenta que me habían cobrado $85,63 en vez del valor real de la campera.
Como yo vivo en caballito y la campera la compre en el unicenter decidí pasar este fin de semana, y como no tenía el teléfono del local no podía avisar. Iba a ir a pagar, pero me quedé medio mal pensando que la pobre chica que me cobró mal capaz perdía el trabajo si yo no iba rápido.
Lunes 11.00hs me suena el teléfono. Era la cajera desesperada contandome el hecho. Le dije que sabía pero que no podía pasar antes del sábado, asíque tuve que hablar con el jefe para convencerlo de que no me iba a afanar la campera y de que no rajara a la pobre piba.
Medio que estuve toda la semana puteando a la piba porque debido al pedo atómico en el que se encontraba mientras me cobraba yo tenía que irme a la concha del mono otra vez.
Pero se ve que la pobre chica pensó en esto y me recibió con una caja de alfajores y otra de conitos de Havanna para agradecerme el gesto.

Ahora estoy chocha comiendome un conito y sintiendome la mejor persona del mundo.
Que aprendí? Mente honesta, panza llena... (corazón contento)

domingo, 11 de abril de 2010

Quien diría

Nunca creí que un completo extraño pudiera hacerme sentir cosas tan fuertes con tanta facilidad. Pero pasó.
Nos conocimos el jueves santo en un boliche. No se si él forzó el encuentro o si fue pura casualidad, pero a los 5 minutos de que me dijera hola yo ya estaba obnubilada.
El sábado me llamó, y el miércoles nos vimos. Fuimos a comer con Agus y un amigo suyo y después me trajo a casa.
Fue caballero, me trato como una reina. La charla fue completamente amena, no era para nada forzada. Yo estaba cómoda, en calma, distendida. Era como si nos conociéramos de toda la vida.
No se como explicarlo, pero sentí que estando con él nada malo podría pasarme, que él me cuidaba y que con eso alcanzaba.
Se que es raro sentir eso con una persona a la que le dediqué menos de 6 horas (no consecutivas) de mi vida, pero durante ese tiempo no me importó nada más que estar con él.
Desde el miércoles que hablamos todos los días. Y hoy, que todavía no me llamó, estoy como loca pensando en las mil y una posibles causas por las que todavia no sonó mi celular.

La verdad me da un poco de miedo que me esté pasando esto con alguien que conocí hace menos de dos semanas, porque sé que es muy probable que me termine estampando con la pared más grande de mi vida. Pero no lo puedo evitar, necesito correr el riesgo.

"Tu cara, tus gestos, tu manera de hablar hoy. Te enamoraste, conchuda" me mandó Agus después que volviéramos de cenar.

Que sea lo que Dios quiera.

viernes, 9 de abril de 2010

News flash

Creo que me enamoré. Así de una, como en las películas. Amor a primera vista. Amor sin fundamentos, sin razones, completamente irracional. Amor de verdad.



Ampliaremos.-

miércoles, 7 de abril de 2010

Receta para no bajonearse

Cosas que estuve haciendo en estos últimos días para olvidarme de la mierda que es mi vida en este momento:

  • Comprar ropa. Si, caí en el más ridículo de los clichés, pero es fantástico volver de trabajar todos los días con una prenda nueva en la mano.
  • Salir a "romper la noche" como diria Agus. Aproveché semana santa y salí miércoles, jueves, sábado y domingo. Mucho alcohol, mucho desconocido copado. Es más, hoy salgo con un chico que conocí el jueves.
  • Mimos en lo de la abuela. No podía faltar los mimos de mis abuelos. El domingo a la noche fui a su casa. Me acurruqué en un tapado de mi abuela y me dormí viendo televisión en su cama. Me despertó el café con leche en la cama al otro día.

Y sí, ahora soy un poquito más feliz.

miércoles, 31 de marzo de 2010

Ya vendran tiempos mejores. O no?

Acabo de llegar de buscar mis cosas de la casa de mi mamá, ergo, estoy oficialmente viviendo con mi papá.
Pasó todo muy rápido, y todavia no caigo. No se, fue muy raro. Con mi mamá todo es muy raro. Primero me cagó a puteadas, y hoy cuando fui estaba lo más tranquila, muy fria, como si no le importara. Y creo que esa es una de las razones principales por las que me fui; siempre que nos peleamos mal veo en ella el enojo, la bronca. Pero nunca veo tristeza, no la veo mal. Nunca.
Y yo no se ni como sentirme. Se que esta bien lo que hice porque no podía seguir viviendo así, pero por otro lado, el hecho de pensar que estoy cortando relación con -nada más y nada menos que- mi mamá me pone muy triste.
No se la verdad. Agus dice que este es el año del tigre plateado (o dorado o no se que mierda), y que significa prosperidad y progreso para todos. Quizas esto sea lo que necesito para estar mejor. O quizas simplemente el tigre me cagó.

jueves, 25 de marzo de 2010

Paren el mundo, me quiero bajar

En esta última semana mi vida fue un desastre.
Deje de trabajar en el shopping, no me quisieron pagar, hice kilombo, me pagaron.
Me pelee con mi vieja, me fui de mi casa, volvi, me volvi a pelear, me fui definitivamente. Perdi mucha ropa.
Me instalé en lo de mi viejo, lo que significa lavar ropa y platos todos los días, terminar la mudanza de hace 4 años que mi viejo nunca hizo y hacer de ese departamento un hogar para los dos. Ya estuve comprando cuadritos, suavizante para la ropa y una cucha para el gato.
Empecé a trabajar en un estudio. Finalmente hago lo que me gusta. El sueldo no es muy bueno, pero tampoco es malo, y además aprendo muchisimo.
Tengo pilas de cosas para estudiar y un par de faltas en la facultad.
Además de eso mis amigos me reclaman, mi abuela me recuerda que todavia no le fui a comprar el audifono y cooper espera que lo bañe.

Ahora yo digo, en que momento mi vida se fue al carajo que yo no me di cuenta?

lunes, 15 de marzo de 2010

Ojalá pase algo que te borre de pronto

Tengo un vaso térmico al que le tome odio por recordarme tantas noches de vodka con sprite con él.
Hay un perfume que no puedo sentir sin que me de un vuelco el estómago.
Hay una casa, en el lugar que más amo, por la que ya no puedo pasar sin que me invadan miles de recuerdos musicalizados con cumbia santafesina.
Hay un bar en el que siempre estoy a la espera de volver a cruzarme con él.
Hay un gimnasio que cada vez que paso por la puerta miro por la ventana para ver si lo encuentro.
Existe un jabón en polvo que ya no tolero, y un cantante al que no puedo escuchar.
Guardo un anillo que me recuerda todo lo que pude tener y no quise.
Tengo un corazón de plástico que me reprocha haber perdido un amigo.
Escondo un peluche que me pregunta todo el tiempo "en que carajo estabas pensando?"
Se escribieron miles de canciones que me hacen sonreir, y miles más que me sacan las lágrimas.
Hay fotos que no puedo mirar, porque me dicen lo ciega que era, y cuan claras que eran las cosas.

Todos los días encuentro algo que me hace volver el tiempo atrás y recordar a alguno de ellos, que tanto significaron en mi vida. A veces me quiero matar, y desearía poder sentir eso olor, estar en ese bar, o tomar café sin pensarlos. Algunas veces simplemente me sonrío, y otras me largo a llorar.

Es tan injusto que me invadan estas sensaciones sin que yo lo pida, porque ninguna de las veces que me pasa estoy preparada para lidiar con el recuerdo de alguno de ellos, ya sea porque me largue a llorar, se me dibuje una sonrisa, o maldiga por no poder sentir ese perfume, estar en ese bar o tomar cafe sin pensarlos. Simplemente no quiero tener tantos recuerdos. No quiero.

viernes, 12 de marzo de 2010

A mi me estan jodiendo

Claramente se ve que hay algo que yo no entiendo de los hombres.
Ayer, estaba yo ayudando a un tipo que esta más bueno que comer con la mano a probarse una campera cuando escucho que desde la caja suena mi celular. No fui a ver quien era sino hasta que este semidios compró la campera y dos camisas. Y ahi fue cuando me sorprendí.
Quien era el remitente del mensaje que llegó? Carlos. Carlos, el amigo de Ariel. Carlos, el amigo de Ariel, quien me cortó el rostro por completo después de dos semanas de cuasiconvivencia.
Ese Carlos quería saber como estaba. Mi respuesta fue completamente interesada. Queria saber de Ariel y mi saquito, y si existía alguna posibilidad de volver a ver a alguno de ellos.
El saquito puede ser, pero no vale la pena el esfuerzo. De Ariel, no hay chance.
Para que se entienda, la charla con Carlos fue así:


- Ara, como estas tanto tiempo?
- Bien, laburando mucho, durmiendo poco. Vos?
- Bien, tranqui. Cuando nos vemos?
- Mira, a mi me encantaria, pero no creo que Ariel tenga interés en verme.
- Yo te decía vos y yo nada más.
Esto no puede estar pasando.
- Pero vos sabés que yo estuve con Ariel en la costa no? Y que me cortó el rostro por completo?
- Si, y? dale cuando salimos?

Fin de la conversación.
Si, ya se. Tendría que haberle aclarado todo, pero no soy buena para rechazar personas. Pienso seguir ignorándolo hasta que se canse, como hizo Ariel conmigo.

jueves, 11 de marzo de 2010

Aniversario

El martes este blog cumplió dos años.
Durante estos 2 años pase por miles de situaciones, algunas felices, algunas tristes, y otras tragicómicas. Fueron 203 posteos que me vieron llorar miles de veces por G, reirme del boludo de mi ex cuando le hice creer que me dejó, morir de miedo cuando empecé la facultad y tantas sensaciones más que compartí solo con ustedes.
Fueron 203 posteos en los que plasme mi vida entera, poniendo mi alma en palabras y dejando mis sentimientos en cada entrada. Durante estos 2 años fui cambiando. Fui la Araceli alegre a la que todo le chupa un huevo, la Araceli enamorada que no podía ver quien era realmente el pelotudo que tenía en frente, la Araceli triste y con el corazón roto, la Araceli que tiene anécdotas bizarras y ocurrencias infantiles, la Araceli que pasó de la escuela de toda la vida a la facultad gigante. Fui todas esas y un par más, pero ahora no me las acuerdo.
Y sin darme cuenta, en este blog encontré un lugar para ser yo misma, para contar lo que me pasa sin miedo a lo que podrían pensar quienes me leyeran. Encontré un lugar de apoyo, un lugar donde poder descargarme contra la vida en los momentos en los que no había nadie que me escuchara personalmente.
Pero lo más inesperado fue encontrar a todas esas personas que estan atrás de su computadora leyendome, esas personas a quienes yo leo. Fue increible encontrarme en el subte a casa ansiosa por ver como había terminado la historia de tal, o esperando un comentario de aquel otro. Porque en todos ustedes encontré un oido y una respuesta. Son ustedes, quienes con sus comentarios de aliento, con sus retos, o un simple saludo me devuelven ese pedacito de mi misma que dejo en cada post. Y asi sean los de siempre, los que estuvieron al principio, los que aparecen de vez en cuando, o los que ya no estan, para mi es valiosisimo tenerlos. Porque en cada comentario siento que lo que yo tengo para decir es interesante para alguien, y eso es algo que siempre me costó creer.


Por eso, y a pesar de que este último tiempo estuve un tanto desaparecida lo único que puedo hacer es agradecerles a todos, porque hicieron que este blog sea muy importante para mi.
En serio, gracias !

martes, 2 de marzo de 2010

Volvemos al ruedo

Mañana vuelvo a trabajar al shopping.
Al parecer la encargada quedó chocha con mi manera de trabajar, y fui la primera persona en quién pensó cuando necesitó a alguien con urgencia.
Son solo dos semanas hasta que encuentre una chica que quede fija, porque yo ni en pedo laburo tanto por el sueldo de mierda que me dan, pero voy a terminar muerta porque sumado a eso la semana que viene arranco la facultad de vuelta.

Espero que este tiempo de ocupación me deje menos tiempo para hacerme la cabeza con pelotudeces y pelotudos.

miércoles, 24 de febrero de 2010

Un pasado sin futuro

Me enamoro facilmente. Si, ya se, todas las mujeres decimos eso. Pero a mi me pasa en serio.
A mi dame media hora con un tipo que mas o menos me guste y sea medianamente educado e interesante, y ya esta, tenes un corazón enamorado. Un corazón enamorado que por lo general termina partido en 8 para servir en porciones.
Y eso fue lo que pasó con Ariel. Lo conocí, y en el momento en que desperté y vi sus ojos verdes tan llenos de incertidumbre me enamoré. Me enamoré como una nena de seis años que se ilusiona con casarse, tener la casa con patio, los dos hijitos y el golden retriever. Así, un enamoramiento estúpido, sin fundamentos ni argumentos que avalen lo que sentí en ese momento.
Pasé dos semanas esperando el momento del día en que cenaba con él y sus amigos. Dos semanas a la espera de algo que indicara que esa estupida ilusión que tenía podía llegar a convertirse en algo verdadero, en algo duradero.
Pero eso no pasó. Claro, no. No a mi. De buenas a primeras me cayó un balde de agua fría que me avisaba que las cosas no eran como yo pensaba. Yo solo era una mina que le había caido bien a él y sus amigos. Alguien con quien estaba bueno cenar y pasar el rato. Alguien que realmente sabe lavar los platos. Soy simplemente la dueña de un saco que se quedó por equivocación.
Y esta bien. Yo no estoy enojada, jamas pretendí que las cosas fueran distintas, porque más allá de mi obnubilación con él, y lo bien que me sentía en su compañia, siempre supe que eran cosas mías. Siempre supe lo que verdaderamente signifcó conocernos, y que esa relación tenía una fecha de vencimiento muy cercana.
Simplemente no me puedo despegar de como yo me sentía, no puedo olvidar la sonrisa que tenía dibujada cada vez que estaba con él, no puedo dejar atrás esas dos semanas.
Es por eso que recuerdo cada conversación, cada tarde de playa. Por eso guardo todos los mensajes de texto que me mandó, pero borré los que yo le mandé y nunca contestó. Y creo que también, es por eso que plasme su corto paso por mi vida en este blog, fragmentado en varios posts que podrían haber sido resumidos en un parrafo.
Porque realmente no estoy enamorada de él, nunca lo estuve de manera real. Pero que lindo hubiera sido tener la oportunidad de llegar a conocer de verdad a una persona, y enamorarme, arriesgando todo, aun si eso significara perderlo todo.
No estoy triste por como terminaron las cosas, sino por todo lo que no pude vivir.

lunes, 22 de febrero de 2010

Ahora si, te veo en Disney

Hay tres cosas de Ariel que tengo grabadas a fuego: Sus increíbles ojos verdes, el tono de su voz, y su perfume. Ayer el chico que estaba atrás mio en la cola del supermercado tenía el mismo perfume que él. Gracias a eso estuve toda la tarde debatiéndome si llamarlo o no. Pero gracias a dios, ya aprendí que no tengo que hacer esos llamados.



Ese jueves estaba un poco cansada, y como los chicos no iban a salir me quedé a dormir en su casa para no tener que caminar hasta el hotel.
Ya el viernes, desde el momento en que me levanté sentía que Ariel estaba distinto. Esta vez no fueron sus ojos lo primero que vi cuando me desperté, sino la cara de Abril que se había metido en la casa y vino a despertarme a lengüetazo limpio. Me levanté, fui al baño a lavarme los dientes y fui a la cocina a prepararme el desayuno. Ahí fue donde lo encontré tomando mate y chequeando los mails.
Estaba raro, no se como explicarlo, pero sin hacer nada específico estaba distante. Yo intenté disimular mi molestia, desayune tranquila y me puse a jugar al chinchon con los chicos, mientras él lavaba el auto. Después almorzamos, y cuando no pude estirarla más decidí irme al hotel para cambiarme la ropa. Sabía que el momento en que me fuera de la casa iba a definir como seguía todo.
Saludé a los chicos con la promesa de bañarme y volver para ir a la playa juntos. En el momento en que lo saludé a él, sentí un vacío adentro que me dijo todo lo que necesitaba saber, ese saludo no era un "te veo en un rato", sino más bien un "que tengas buena vida". Salí a la calle, hice unos metros y paré como hacía siempre para darme vuelta y verlo a él esperando que me pierda de vista, pero no estaba.
Llegué al hotel llorando. Entré a la habitación, me saqué la ropa y me acosté. Le mandé un mensaje de texto a uno de los chicos diciendo que me había bajado la presión y que me iba a tirar a dormir un rato, e intenté dormirme.
Tenía la esperanza de despertar con un mensaje que me dijera a que hora ir a cenar, o algo que me diera un indicio de que todo era una simple idea mía. Pero nunca llegó. Cené sola en el hotel y me fui a un bar con Maru y el novio. A eso de las 2, no pude aguantar y le mandé un mensaje preguntando si iban a salir, pero jamas obtuve respuesta.
Al otro día me levanté a las dos de la tarde. Llovía, y yo no estaba de humor, así que me quedé tomando mates con una de mis compañeras de habitación toda la tarde. A eso de las 7 Maru me mandó un mensaje diciendo que los chicos se estaban yendo y que le habían ido a llevar un cable USB que les había prestado yo hacía unos días. Me acordé de mi saquito gris que había dejado intencionalmente en su casa el día anterior y le mandé otro mensaje a Ariel preguntando por él. Pero nada.
Esa tarde se fueron sin siquiera despedirse, y yo me tomé un día entero para estar sola y llorar en paz. El domingo llegó mi viejo a un balneario cercano, por lo que me fui con él y use esa semana para hacer vida de familia y tratar de olvidarme de todo. Pero claramente no pude.
El siguiente sábado fui hasta San Bernardo y ya que era mi última noche fuimos con Maru a bailar. Estábamos charlando con unos chicos de ahí cuando me llega un mensaje de Carlos, uno de los amigos de Ariel, que quería saber como estaba. Mensaje va, mensaje viene, no pude aguantar y le tuve que preguntar porque Ariel se había cortado tan de repente conmigo a lo que me contestó "Yo no debería decirte esto, porque Ari ni siquiera quiere que hable con vos, pero en las dos semanas que nos conocimos te hiciste querer y no quiero que estes mal. Ariel tiene novia, por eso no te llamó más"
Leí ese mensaje y tuve que apurarme a despedir a Mariel y salir del boliche antes de que se me empezaran a caer las lágrimas. Agarré el auto y emprendí camino hacía la ruta para irme a casa.
Cuando llegué mi papá me estaba esperando para volver a capital, así que cargamos el auto y arrancamos para acá.
Increíblemente todo se había terminado, mis vacaciones, Ariel, los chicos. De golpe, lo único que tenía era cansancio físico y mental, mucha ropa para lavar, y el recuerdo de unas tres semanas particularmente acontecidas.

jueves, 18 de febrero de 2010

La calma que antecede al huracan

Una de las cosas buenas de Ariel es que siempre cumplió con lo que dijo. El miércoles volvimos de la playa con Maru y nos encontramos con una puerta abierta, un auto en el patio de la casa, y la cumbia santafesina a todo volumen. Definitivamente habia vuelto.
Volvió con tres amigos que no conocíamos, y esa tarde llegaron a visitarlos dos amigas que estaban parando en una localidad cercana.
Estas chiquitas ni siquiera intentaron disimular el hecho de que nuestra existencia no les gustaba en lo más mínimo, por lo que el miércoles y el jueves, nuestro contacto con los vecinos no fue mayor que el de un cordial hola y chau cada vez que pasabamos por la puerta.
Pero el viernes cambió la cosa. El viernes estas chicas se volvieron a sus casas. El viernes llegó el novio de Maru, ergo, yo me tuve que ir a un hotel a pasar lo que quedaba de la quincena. El viernes yo no tenía donde cenar. Todo esto desembocó en que fueramos a la playa con ellos y me obligaran a ir a cenar con ellos.
Y así empezó la rutina. Todos los días yo me levantaba, desayunaba un Gatorade y unos bizcochitos para levantar la presión (desde el episodio de la segunda noche, mi presión no volvió a ser lo que era) y emprendía la caminata hasta la casa de los chicos para ir con ellos a la playa. A la nochecita me iba al hotel a bañar y cambiar, y volvía a cenar con ellos. Después de comer tomábamos algo y salía con Maru -que se sentía medio abandonada- o me quedaba a dormir ahí.
Creo que lo que facilitó el vínculo que llegué a tener con Ariel fue la relación que tuve con todos sus amigos; ellos medio que me habian adoptado. Estaban todo el día pendientes de como me sentía, de si estaba comiendo bien, de si no me sentía demasiado sola en el hotel. Hasta me llevaron al medico un día que casi me desmayo en la playa. Y la verdad que a mi me gustaba sentirme acompañada. Yo era la mujer de la casa para ellos, y se ocupaban de que estuviera lo mejor posible.
En cuanto Ariel, no tenía nada en particular que me deslumbrara, sino que fueron los pequeños detalles los que hicieron que de a poco me empezara a gustar cada vez más. No se, eran tonterias, pero era siempre él quien me llamaba para coordinar horarios o puntos de encuentro, en su casa siempre me sentaba al lado suyo y cuando me quedaba a dormir lo hacía con él (no piensen mal, fue tan respetuoso que nunca se animó a tocarme). No se prendía un cigarrillo sin antes pasarme uno a mí, y estaba todo el tiempo fijandose si a mi me faltaba algo. Y ni me hagan hablar de los besos que daba.
Y yo me sentía cuidada, acompañada. Por una vez en la vida había alguien que pensaba en mi, en lo que me gustaba, en lo que quería. Nadie puede culparme por haberme acostumbrado a eso, es algo casi irresistible. Me dejé llevar, confié, me arriesgué por completo. Y al parecer estaba ganando, por lo menos hasta el siguiente viernes.




Ayer no pude dormir en toda la noche. Me la pasé escribiendo este post en mi cabeza, buscando las palabras exactas, ordenando las frases. Y aún así no estoy del todo contenta con el resultado; es que al hablar de Ariel me cuesta mucho decir las cosas como las pienso, porque al ponerlo por escrito me resulta imposible expresar la magnitud de las cosas que sentí, me quedo corta.
El próximo post finaliza la historia de Ariel. Se que se hizo muy largo, pero si lo juntaba todo iba a quedar muy extenso y se iba a tornar muy pesado para leer.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Nos vemos en Disney

La tarde siguiente los cruzamos cuando ibamos a la playa (medio dificil no cruzarlos cuando estan en la casa de al lado) y arreglamos juntarnos de vuelta a la noche.
Tipo 1 fuimos y nos quedamos los 5 tomando algo en la puerta de su casa, como todo el mundo hace allá en la costa, donde la tranquilidad esta en el aire y la vereda es simplemente una extensión de tu casa, para salir al centro a eso de las 2 y media.
Ya en la avenida nos separamos, ellos se fueron a un bar y nosotras nos fuimos a bailar solas para no parecer muy pesadas.
Esa noche parecía ser para el olvido, o por lo menos no lo suficientemente memorable como para ser relatada, pero 5 metros antes de llegar a casa y dormir nos llevamos una ingrata sorpresa.

-Chicos, como les fue?- les pregunté al verlos en el patio.
-Que hacen con esas bolsas?- Maru interrumpió su respuesta.
-Nos robaron todo chicas. Un gusto conocerlas, nos vemos en Disney- contestó uno mientras cargaba una sabana que hacia las veces de bolso al auto.

"Esto no puede estar pasando" pensé, y entramos con Maru a ayudarles a terminar de cargar lo poco que les habían dejado. Ordenamos un poco la casa, tomamos unos mates para que se despabilaran un poco, y los despedimos.
Yo estaba al borde del ataque, la noche anterior había conocido a alguien que se habia portado tan bien conmigo, y ahora se estaba yendo con la plata que tenía en el bolsillo y las pocas remeras que le habían quedado. Era muy injusto, para él, y para mi.
Los vimos alejarse por la calle y nos fuimos a acostar, aunque yo sabía muy bien que no iba a poder dormir. Ya eran las 8, el sol entraba por la ventana directo en mi cara, y yo tenía demasiadas cosas en la cabeza como para poder descansar un poco.
Pero finalmente conseguí dormirme. A la media hora que me acosté recibí un mensaje que fue casi como una canción de cuna, que me relajó por completo. "Quedate tranquila, el miercoles estoy de vuelta con un placard entero para estrenar en la playa"

Aunque, ahora que lo pienso, quizas hubiera sido mejor que no volviera, que esta historia terminara aca, con un final casi feliz.

domingo, 14 de febrero de 2010

Buenos vecinos

Era la segunda noche en la costa, y antes de salir decidí sacar a Abril, la perra de Maru, afuera para que hiciera pis, y de paso fumarme un pucho.
Abril suele caminar un poco, hacer pis y volver a entrar solita, pero esa noche me descuide un segundo, y cuando me quise dar cuenta no estaba. En pánico, pero en voz baja para que Maru no me matara empecé a llamarla.

-Abril es una Golden?- escucho desde la casa de al lado, y veo a la perra jugando con el vecino.

Media hora más tarde estábamos Maru y yo tomando con los vecinos, y ahora nuevos amigos.
Esa noche fuimos todos juntos a bailar. Media hora de cola y $40 cada uno de por medio, estaba yo en la barra con Ariel, uno de ellos, esperando para sacar los tragos mientras Maru esperaba mas atrás con los otros dos chicos.
Charlamos, bailamos, jodimos por un rato, cuando en un momento en que yo estaba sola con Ariel, mi presión, siempre tan oportuna, se me fue al subsuelo.

-No te quiero asustar, pero en cualquier momento me desmayo, no buscas a Maru? - Le dije, intentando evitar el papelón delante de él.
-No, vamos que te acompaño al baño.
...
-Estas mejor? - Me preguntó cuando salí, aunque por la cara que puso, sabía muy bien que la respuesta era una negativa.
-No, me voy a desmayar -insistí-
- Vení.

Sin decir nada más, me agarró de la mano y me saco del boliche. Nos sentamos en la puerta, y esperó a que yo estuviera un poco mejor. Me saqué los zapatos y me puse las ojotas que siempre llevo en la cartera cuando salgo en la costa. Él agarró mis zapatos, mi saco y mi cartera y emprendimos camino a casa, a su casa.
Llegamos, me dio sal, me mojó la nuca e hizo que me acostara. En ese momento me sentía peor y no podía respirar bien por lo que se acostó conmigo y me abrazó fuerte. "Vas a estar bien, yo te cuido" me dijo, y me dormí en sus brazos.

Me desperté a las 7, y me encontré con sus ojos verdes que me miraban aliviados y preocupados a la vez y nos quedamos así, abrazados, inmóviles, mirándonos, compartiendo tanto a pesar de ser 2 completos extraños.

Pero obviamente ese momento no fue eterno. No podía serlo.



Hoy soñé con él y me desperté llorando, maldiciéndome por siempre actuar de la misma manera, por ser siempre la misma idiota. Pero claro, esta afirmación se basa en los acontecimientos seguidos a esa noche.

jueves, 11 de febrero de 2010

De vuelta en casa

Finalmente volvi de mis vacaciones. En realidad llegué el domingo, pero entre que tuve que lavar la ropa, visitar a familia y amigos, y el hecho de que me cortan la luz todos los días durante 3 horas, no tuve un segundo para sentarme en la maquina.
Volví, si. Renovada? No se. Pero de lo que sí estoy segura es que este viaje me hizo pensar mucho y replantearme algunas actitudes y relaciones que no me ahcen del todo bien.
Pero más allá de eso el viaje fue fantástico, la pase genial y conocí algunas personas que en muy poco tiempo obtuvieron mi cariño.
Ahora estoy retomando mi vida en casa, ordenando un par de cosas y organizando el comienzo del año, y en los proximos días les iré contando algunas historias memorables de mi viaje y me voy a poner al día con todos ustedes.

viernes, 15 de enero de 2010

hasta el 8/2

En las últimas semanas mi vida se redujo a mi trabajo, con el que iba a pagarme mis vacaciones.
Gracias a dios no fueu n trabajo tedioso, sino que conocí mucha gente copada, y mi último día de trabajo termino con una juntada en la casa de uno de mis compañeros a modo de despedida.
En un ratito salgo para la playa que tanto extraño, asique voy a seguir desaparecida por unas semanas más.
La verdad es que había planeado esta mañana para poner un poco al día con los blogs y dejarles mis saludos, pero cobé recien ayer, y hoy tuve que salir a comprar un par de cosas que me faltaban. De hecho, mientras escribo este post, estoy almorzando y terminando de armar el bolso.
Los veo, o los leo, a la vuelta. Los voy a extrañar.

viernes, 8 de enero de 2010

dime que cliente eres y te diré que reacción provocas en la vendedora

Durante los días que llevo trabajando en un local de ropa me encontré con varios tipos de clientes, en su mayoría desastrosos, que enumero a continuación:

  1. La que no entiende: La pelotuda que se prueba un jean en 25, le queda bien, pero se encajeta con que ella es un 23. Te pide 5 jeans en 23, y te quiere convencer de que TODOS estan mal etiquetados. Esta siempre pero siempre logra sacarme de mis casillas.
  2. El del regalo para la novia: Llega desesperado buscando tu mirada y te pide de rodillas que le salves la vida eligiendole un regalo para la novia. Por lo general este cliente esta bueno, no te pone objeciones, no se prueba nada, y gasta lo que a vos se te canta.
  3. El perfecto: Entra, mira, elige una cosa, te pide el talle, le queda bien y se lo lleva en 3 colores. Obviamente, no se ve muy seguido.
  4. El que te pide todo en 5 talles: Lo ves cuando tiene 37 perchas en la mano, se las prueba y te pide 36 en un talle más, para darse cuenta que hay 23 que le siguen quedando chicas. Después de una hora y media de probador se termina llevando la única que le quedó bien de entrada, y que por lo general es la más barata. Este cliente es peor que pisar mierda descalzo.
  5. El que mansea: Entra y mira, te pregunta precios, talles y colores. Se prueba un par de cosas, te desordena medio local, pregunta cuando va a entrar mercadería y se va no antes de confesar que solo estaba haciendo tiempo para encontrarse con alguien. Te dan ganas de cagarlo a patadas en los tobillos.
  6. El que se atiende solo: Le llegas a pregutnar si lo podes ayudar y con cara de orto te contesta que cualquier cosa te avisa. Lo terminas corriendo para engancharlo antes de que llegue a la caja y te cague la venta la cajera. Son buenos para los días en que te queres rascar a ocho manos, simplemente tenés que controlar la caja y agarrarlos sin que te vea la de la caja.
  7. El buena onda: Suele ser un tipo joven que esta bueno. Va con tiempo y te charla en el proceso. Terminas cagándote de risa y retrasándolo para que no se vaya. A uno así le anoté mi teléfono en la bolsa (y me llamó).
  8. El del cambio: Cae un sábado a las 6 de la tarde para cambiar una remera horrible que le regalaron. Pretende que lo sigas cual asistente terapéutico y le des completa atención hasta que encuentre algo que le guste, que haya talle y que cueste exactamente lo mismo que la prenda que trajo. No son malos, pero daaale, piden demasiado.
  9. El que entra menos 9 menos 5: Este es un ser de otro mundo, que no tiene familia, mascota ni serie de televisión preferida. El muy capo entra 5 minutos antes del cierre a mansear un rato como si no tuviera una casa donde ir a cenar. Sabes que? Yo si tengo alguien que me espera con la comida, y mientras más tiempo pelotudees más tardo yo en salir del laburo. Un poco de consideración por favor!

Así es la gente con la que lidio día a día, y mal que me pese, son más los malos clientes que los buenos. Pero cada vez que me toca la que no entiende, el que mansea, u otro de los desastrozos pienso que en 8 días voy a estar con los pies en la arena tomando mates y comiendo facturas, y logró atenderlos con mucho respeto y una sonrisa en la cara.

Así que ustedes, ahora estan informados. Cada vez que vayan a comprar ropa piensen en la pobre piba que los atiende (que en el caso de tara por la cercanía podría ser yo) y portense bien.

sábado, 2 de enero de 2010

El 2010 arrancó un tanto bizarro

¿Puede haber algo más humillante que sentarse a tomar algo con tu novio y la mina con la que sabes que te cagó durante 2 años?

La novia de G no deja de sorprenderme.

Estaba yo sentada en un sillón en el bar a donde voy todos los fines de semana, cuando veo a G y a su novia cruzando la calle en dirección al bar. Supuse que él se iba a hacer el boludo y que ella me iba a poner cara de orto mientras pasaban y nada más.
Pero no, claro que no. De G se puede esperar cualquier cosa, pero jamas me iba a imaginar que el señor iba a parar a saludarme estando con su novia.

-Ara, como andas? Feliz año!
-Gracias, igualmente.
(me saluda ella y se queda callada)
-Que haces sola?- me dice él.
-Estoy esperando a agus para ir a bailar.
-Ah bueno, te jode si te hacemos compañia mientras esperas?- Mi cara de sorpresa era casi casi mejor que la cara de orto de ella.
-No, sientense tranquilos.

Y así estuve, 25 minutos sentada con el tipo que marcó mi vida, y la mina a quien todavia se la está arruinando. Y lo mejor (o peor) de todo, es que la única incómoda con la situación no era yo, sino ella.


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Perdón, perdón, perdón. Tengo muchas ideas para postear, y muchas ganas de leerlos a todos. Pero estoy trabajando demasiado y ni franco tengo como para sentarme un rato en la maquina.
Los extraño!