lunes, 21 de diciembre de 2009

Yo tengo un Dios a parte...

...y un tío muy copado.


Ayer antes de entrar a laburar fui a almorzar con mis primitos a su casa.
Estabamos dibujando los tres cuando el más chiquito me pidió mis lapiceras de colores.
Cuestión que las fui a buscar a la cartera, y como no encontraba mi cartuchera, saqué todo lo de la cartera, y cuando la encontré, volví a poner todas las cosas dentro de ella. O eso creí.

-Pablo! cuantas veces te tengo que decir que no dejes los cigarrillos en la mesa. No me gusta que lo vean los chicos. -escucho que grita mi tía.
-Uy, ya esta, ya los saqué.
-No te olvides más, si los chicos ven que fumas van a pensar que esta bien. Y desde cuando fumas Lucky Strike? -ahí casí me levanto y salgo corriendo.
-Es que no había Marlboro en el kiosco.

Acto seguido viene mi tío, me da los puchos y se va al grito de "No seas tan pelotuda piba!, la próxima no te cubro"




(Disculpen la poca frecuencia de posts, pero el laburo me consume)

miércoles, 16 de diciembre de 2009

Duda existencial

Querer mandar un mensaje de texto y saber que no debes. Una mierda.





Yo pregunto, ¿Como carajo se complicaba la vida la gente cuando no había celulares?

lunes, 14 de diciembre de 2009

Una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa

Bajoneando con agus el jueves pasado en el bar de siempre (bastante en pedo las dos):

-Boluda, si sabía que me iba a pegar así este Gancia, no me lo tomaba.
-NOOO, mira bolu. Decí pegar muchas veces, pierde sentido. Pegar, pegar, pegar, pegar.
-Pegar, pegar, pegar, pegar, pegar, pegar. No, definitivamente ya no tiene sentido.
-Es como chupar. Chupar, chupar, chupar, chupar, chupar, chupar.
-Pará, pará. No mezcles las cosas, chupar siempre tiene sentido.

domingo, 13 de diciembre de 2009

El que se va sin que lo echen...

Se que estuve desaparecida casi una semana, es más creo que la última vez que abrí la computadora fue para el último post, con la intención de volver a entrar más tarde a ponerme al día con los blogs y no pude.
Y como me siento culpable, y extrañe un monton esta semana, siento que debo justificarme.
En estos últimos días:
  • Perdí mis lentes de lectura como ya les dije, lo que me dificultaba muchísimo la lectura de hasta la fecha de vencimiento del dentífrico. (Después los encontré, adentro del botiquín del baño. Ven que no estoy loca?)
  • Estuve estudiando como una desgraciada hasta el miércoles para el último final del año.
  • Me fue mal en el último final del año, y dormí todo el día para recuperar la noche anterior perdida en estudio inútil.
  • Falleció la abuela de una amiga, así de manera muy repentina y estuve con ella todo el viernes haciéndole compañia.
  • Ayer me fui desde tempranito a una fiesta en una quinta por el cumple de un amigo. Y de no ser por el pico de presión que me dió que hizo que llamara a mi viejo para que me fuera a buscar, ahora estaría allá retrasando todavía más este post.

lunes, 7 de diciembre de 2009

Estan avisados

Los duendes no existen, pero que los hay, los hay. Y en mi casa hay.
Es algo a lo que mi vieja y yo ya estamos acostumbradas. No molestan demasiado, pero de vez en cuando se afanan alguna remera, un corpiño, o algún cuaderno que uno necesita Y lo devuelven, sí, lo devuelven, meses más tarde, dejando el objeto robado en un lugar muy a la vista, donde obviamente ya buscamos una 573 veces.
Por lo general es algo divertido, perder algo, buscarlo desesperadamente, olvidarse, y un tiempo después encontrarlo al lado de la impresora, arriba del microondas, o hasta en el primer cajón del placard.
Sí, es divertido y no suele ser tan grave. Pero ayer, ayer colmaron mi paciencia. Ayer se apropiaron de algo tan personal, algo tan necesario, que si no lo llego a encontrar hoy cuando vuelva a casa les quemo la choza.

Así que duendes, voy a dejar el estuche de mis lentes de lectura abierto arriba de mi escritorio, y cuando vuelva lo quiero encontrar con mis anteojos adentro.

viernes, 4 de diciembre de 2009

Trabajo de investigación.

He adquirido un conocimiento casi por accidente.
Las últimas dos semanas estuve saliendo con anteojos porque perdí mis lentes de contacto y todavia no tengo los nuevos. Y me llevé una gran sorpresa al darme cuenta que tengo más levante cuando uso mis lentes de lectura.
La frase más escuchada fue "ando necesitando una secretaría, te venis a trabajar para mí" (o similares)
Por favor, que alguien me explique que clase de morbo tienes los hombres con las secretarias.