Pareciera que cada vez que digo que por fin me estoy alejando de G los planetas se alinean como para
cagarme la vida.
El viernes fui a bailar con unas compañeras de la facultad y fue una noche inesperada.
Estaba bailando lo más tranquila cuando una persona empapada me abraza por
atrás. Yo me di vuelta como para
cagarlo a puteadas, pero me tuve que comer las palabras. Era Juan quien me miraba con una sonrisa de oreja a oreja y todo el pelo mojado.
Juan estaba
emocionadísimo de verme. Según lo que dijo, se recorrió medio boliche para saludarme y después de media hora de charla se despidió
diciéndome que lo busque
así tomábamos un trago juntos.
Lo mandé a volar, ya bastante tengo con un tipo que tiene novia y me busca cuando ella no esta.
Asique lo salude
re cortante y seguí bailando con mis compañeras.
Como una hora más tarde salgo de la barra y a quien veo? a G, a quien más? Yo no lo podía creer. Y no me pregunten porqué, pero salí corriendo
atrás de él para saludarlo.
Obviamente, y con lo poco impredecible que soy respecto a él, a los 2 minutos
estábamos abrazados besándonos como en los viejos tiempos.
Lástima que al ratito me empezó a vibrar el corpiño. Era mi viejo que me llamaba para decirme que me
había ido a buscar. Le dije que no me quería ir y me respondió con un simple "Araceli, te dije que a las 5 estuvieras afuera, salí y vamos para casa"
"Copado mi viejo" le dije, y me fui sin más. Pero el me corrió hasta la puerta y me encajo un beso
increíble, como esos que nos dábamos en los viejos tiempos.
Se podrán imaginar que estuve todo el día de ayer pensando en el, en llamarlo, en ir a verlo.
No se, siento como si no tuviera otra opción que caer en él, que haga lo que haga no me lo voy a poder sacar de mi vida. Y esos pensamientos son lo último que necesito.